Se prohibió la exhibición obligatoria del crucifijo en las aulas, según revelo la sentencia dictada por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos en respuesta a un recurso presentado por una madre italiana. Ante esta sentencia el Vaticano mostro su asombro y estupor.
Federico Lombardi portavoz de la Santa Sede, mostró el pesar del Vaticano al fallo de la Corte de Estrasburgo con las siguientes palabras "La sentencia de la Corte Europea ha sido acogida en el Vaticano con estupor y pesar", "El crucifijo ha sido siempre un signo de ofrecimiento del amor de Dios, y de unión y acogida para toda la humanidad. Lamento que sea considerado como un signo de división, de exclusión o de limitación de la libertad. No es así, y no lo es en el sentir común de nuestra gente", añadió.

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