Hasta el momento no se nota una operación de rescate organizada de victimas y sobrevivientes, lo que las autoridades temen es que el terremoto de 7.3grados en la escala de Richter haya causado miles de muertos.
Los vecinos de la ciudad son los que intentan rescatar a las personas atrapadas en los escombros pues no se cuenta con una operación organizada para rescatar a las personas que están atrapadas entre las casas derrumbadas o para sacar a los cadáveres y los médicos de Haití, uno de los países más pobres, no pueden curar a los heridos porque no cuentan con el equipo suficiente.
Como consecuencia de este desastre han desaparecido barrios enteros, se han derrumbado miles de edificios públicos como por ejemplo el castillo de naipes y el palacio presidencial.
Los problemas de infraestructura en comunicaciones y la situación del país, hace casi imposible que llegue la ayuda internacional con la rapidez necesaria. Decenas de países entre ellos: Estados Unidos, China, Francia y España han enviado equipos de emergencia, ayuda médica, agua, comidas entre otras cosas, a las zonas más afectadas.
Una joven declaró: “Está muriendo demasiada gente, necesitamos la ayuda internacional, no hay servicios de emergencias, ni alimentos, ni teléfono, ni agua, no tenemos nada”.
Las personas que han sobrevivido a este devastador desastre tiene miedo de permanecer en sus casas destrozadas a causa de las posibles replicas, por lo que prefieren permanecer en parques de los alrededores, donde algunas mujeres corean cantos religiosos tradicionales y rezan por sus muertos.
Según la página de internet “Haití Press Network”, la ciudad está muerta y una parte de Haití ha quedado destruida; las escuelas se han hundido quedando cientos de estudiantes atrapados, la catedral de Puerto Príncipe, el Palacio Presidencial y las Oficinas del Estado se han derrumbado.
Una emisora de radio afirmó que los cadáveres cubren las calles y las morgues no se dan abasto para aceptarlos; también destacó que entre los muertos están: el jefe de la misión de la ONU (MINUSTAH), Hedi Anabi; su número dos, Luis Dacosta; el arzobispo de la ciudad, Serge Miot; el decano del Tribunal Civil, el juez Roc Cadet; dos senadores y dos directores generales.