A las 7 de la mañana miles de personas de Puerto Príncipe están haciendo fila para recibir sus alimentos, los soldados brasileros gritan en portugués mientras el megáfono insiste desde la tanqueta: “Amigo haitiano, por su seguridad y la de su familia haga fila sin empujarse ni crear disturbios para recoger la comida”.Este, aparentemente, es el reparto de alimento mas organizado desde el terremoto del pasado 12 de enero que dejó 170.000 muertos, sin contar los que fueron enterrados y quemados en los primeros días ni los que siguen sepultados bajo los escombros.
El Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas (PMA), distribuyó ayer los víveres en 16 puntos de la ciudad simultáneamente. Un trabajo considerable con el que la ONU trata de dar de comer a dos millones de personas.
El reparto se hace en el estadio de Puerto Príncipe, donde hay un campamento donde las personas llevan viviendo más de veinte días.
Luego de los últimos fracasos en el reparto de alimentos, las autoridades de la ONU confiaron la mayor parte de la ayuda en directamente a las mujeres con el afán de mejorar la distribución.
Las personas salen del estadio con una sonrisa, 12 litros de agua y dos bolsas de plástico que llevan dentro zumo de naranja, dos latas de carne y varios puñados de frijoles y arroz.
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